Los fantasmas del vino

Es una tarde de otoño calurosa en la estepa manchega. El paisaje es infinito. Un mar de viñas con tonalidades verdes, amarillas y rojizas me acompaña a los dos lados de la carretera.

Voy en busca del pasado del vino, de una historia de no más de 200 años. Quiero ver y sentir los fantasmas del vino a través del paisaje.

Foto_02

Aparco el coche al inicio de un camino, paralelo a la vía del tren. Una vía por la que siguen pasando trenes, construida al lado de los restos todavía visibles de una antigua vía, ya oxidada y cubierta de vegetación.

A pocos metros me encuentro con unas ruinas. Un pueblo entero dedicado al comercio del vino. Una escuela, la casa del “señor”, la carpintería, correos y las viviendas de los trabajadores de la bodega, que queda en la parte posterior. Y al otro lado de la carretera, la Iglesia.

Cuando camino entre las ruinas, entre los depósitos de hormigón, las vías del tren abandonadas; cuando bajo por las pendientes escaleras excavadas en las cuevas de arcilla, o toco la piedra fría del lagar o la bota de más de 200 años, cierro los ojos y la sensación siempre es la misma. Noto los fantasmas del vino a través de los sentidos, a través del tacto, del oído y del olor, la sensación de frío está siempre presente, incluso cuando hace calor. Imagino el bullicio vivido en otras épocas, el ruido de las carretas tiradas por animales, los motores de los tractores arrancando, las gentes gritando… y el olor a vino y a tierra mojada.

Foto_05

Hago fotos a los paisajes, como espectadora, reivindicando la mirada romántica de la mirada individual. No me hago un selfie, el paisaje es demasiado potente como para invadirlo.

Foto_07

Existe un pasado vitivinícola, visible todavía en casi toda la península. Desde el Cap de Creus, hasta el Puerto de Santa María, pasando por la Ribera del Duero y por las tierras infinitas de La Mancha. Terrazas abandonadas que miran al golfo de Rosas, bodegas subterráneas picadas en tierras de arcilla, edificaciones en ruinas que nos hablan, vías de tren abandonadas, cabañas de piedra seca, viña vieja, esparto, madera, hierro y hormigón. Para hacernos una idea de la importancia del vino a finales del S.XIX, tanto en agricultura como en infraestructuras, en 1892 habían plantadas 2,28 millones de hectáreas de viña, en 2014 eran 974.869 (datos de la OIV).

Foto_08

Hace unos meses, con las imágenes y la sensación de los fantasmas del vino todavía frescas en mi memoria, asistí a una de las conferencias organizadas por la Fundación Carulla, con el título: El(s) valor(s) del paisatge, cicle de refllexió i debat, con dos preguntas básicas sobre la mesa: com s’ha de protegir i gestionar el paisatge?

Quería saber si existen pautas que ayuden a proteger y gestionar paisajes con gran valor histórico, por lo tanto, con posible finalidad turística. Yo no me dedico al turismo, pero en mis viajes vínicos, veo tanta historia en los paisajes, que pienso que alguien tiene que plasmarlo y darle valor. No sé, quizás este artículo, algún día sea un libro, ¿quién sabe?

Foto_10

Uno de los ponentes era el Dr. José Antonio Donaire, vicerrector de comunicación y relaciones internacionales en la Universitat de Girona, en la que es profesor en la facultad de turismo desde 1990.

Me quedo con una frase suya, “los paisajes son contenedores de memoria”, que me ayuda a animar al lector a que se pierda por los paisajes de la edad de oro del vino en España. Una época que transcurre desde la 2ª mitad del S.XIX hasta principios del S.XX y que modificó el paisaje, un paisaje ahora abandonado y decadente, que inició su declive por la llegada de la filoxera a la península, la desamortización, la industrialización y el fraude.

Foto_12

Recomiendo la lectura de, La economía del vino en España y en el mundo.

Juan Sebastián Castillo Valero y Raúl Compés López (coordinadores) http://agricultura.gencat.cat/web/.content/de_departament/de02_estadistiques_observatoris/27_butlletins/02_butlletins_nd/documents_nd/fitxers_estatics_nd/2014/0150_2014_SProductius_Vi_Espanya-Vi-Mon.pdf

________________________________________________________

Amb la col·laboració de:

enopenedes